Puertos y Catéteres

Los puertos, catéteres y catéteres PICC proporcionan una forma segura y fiable de recibir tratamientos continuos sin necesidad de pinchazos frecuentes. Estos dispositivos se utilizan habitualmente para la administración intravenosa prolongada de medicamentos, quimioterapia, diálisis, soporte nutricional, extracciones de sangre y otras terapias que requieren un acceso constante al torrente sanguíneo. También ayudan a los pacientes con dificultad para tragar o que requieren atención médica especializada.

Ubicación de los puertos

Un puerto implantable es un pequeño dispositivo médico que se coloca debajo de la piel para proporcionar un acceso intravenoso fiable para tratamientos como quimioterapia, medicación a largo plazo o extracciones de sangre. Se sitúa justo debajo de la superficie del pecho y puede permanecer en su lugar desde varios meses hasta varios años, según las necesidades del tratamiento. Al estar completamente implantado, requiere menos cuidados diarios y permite mayor comodidad y movilidad.

Preparación: La colocación del puerto se realiza como un procedimiento ambulatorio con anestesia local y se adormece la piel donde se insertará el catéter.

Colocación: Se utiliza una aguja fina para acceder a la vena y se introduce cuidadosamente una guía bajo control radiológico (fluoroscópico) hasta la posición correcta. A continuación, se realiza una pequeña incisión en la parte superior del tórax para crear un bolsillo subcutáneo donde se alojará el puerto. El puerto se coloca dentro de este bolsillo y el catéter conectado a él se tuneliza justo debajo de la piel hasta el punto de entrada de la vena. Finalmente, el catéter se introduce en la vena y se posiciona mediante imágenes radiográficas en tiempo real.

Finalización: Una vez que el puerto y el catéter están en la posición correcta, la incisión se cierra con suturas absorbibles y se cubre con adhesivo tisular médico. El puerto está listo para usarse inmediatamente después de su colocación. El procedimiento completo suele durar entre 15 y 30 minutos.

Recuperación: Dado que se trata de un procedimiento mínimamente invasivo, la mayoría de los pacientes regresan a casa poco después. Es común sentir una leve molestia en la zona de la incisión durante uno o dos días, la cual se puede controlar con analgésicos de venta libre. La mayoría de los pacientes pueden retomar sus actividades diarias normales en 24 horas.