Cifoplastia
La cifoplastia es un procedimiento mínimamente invasivo diseñado para tratar las fracturas vertebrales por compresión: pequeñas roturas en los huesos de la columna que suelen ser consecuencia de la osteoporosis, traumatismos o cáncer. Al estabilizar la vértebra fracturada y restaurar la alineación de la columna, la cifoplastia puede proporcionar un alivio rápido del dolor, mejorar la movilidad y ayudar a los pacientes a retomar sus actividades diarias mucho antes que con los tratamientos tradicionales.
Preparación: La cifoplastia se suele realizar de forma ambulatoria con anestesia local. El paciente se tumbará boca abajo en una mesa especializada que permite el acceso a la columna vertebral.
Acceso guiado a la fractura: Utilizando imágenes de rayos X o fluoroscopia en tiempo real para mayor precisión, se realiza una pequeña incisión en la piel y se inserta una aguja delgada y hueca en la vértebra fracturada.
Colocación e inflado del balón: A través de la aguja, se introduce suavemente un pequeño balón en la parte colapsada de la vértebra. Una vez colocado, el balón se infla lentamente, creando espacio dentro del hueso y ayudando a restaurar la altura y la forma normales de la vértebra.
Estabilización de la vértebra: Una vez creado el espacio necesario, se retira el balón y la cavidad se rellena con un cemento óseo especial de uso médico. Este cemento se endurece rápidamente, estabilizando la fractura y proporcionando soporte estructural inmediato a la columna vertebral.
Finalización y recuperación: Se retira la aguja y se cubre la pequeña incisión con un vendaje; por lo general, no se requieren puntos. La mayoría de los pacientes pueden regresar a casa el mismo día, y a menudo comienzan a caminar y moverse con mucho menos dolor a las pocas horas del procedimiento.
Recuperación y resultados: Debido a que la cifoplastia es mínimamente invasiva, la recuperación suele ser rápida. La mayoría de los pacientes experimentan un alivio significativo del dolor en 24 a 48 horas y notan una mejoría en la postura, la movilidad y la calidad de vida en general. A menudo, pueden retomar actividades ligeras en pocos días, y la mayoría de los pacientes vuelven a su rutina habitual poco después.

