Varices
Los trastornos venosos, como las varices y la insuficiencia venosa crónica (IVC), se producen cuando las venas de las piernas no pueden retornar la sangre al corazón de forma eficiente, a menudo debido a válvulas debilitadas o dañadas. Esto provoca la acumulación de sangre, lo que causa dilatación de las venas, hinchazón, molestias y, en ocasiones, cambios en la piel o úlceras. Aunque a menudo se considera una cuestión estética, la enfermedad venosa sin tratamiento puede empeorar y afectar la calidad de vida.
Síntomas
Los síntomas pueden variar en gravedad e incluyen:
Varices o arañas vasculares visibles
Pesadez, dolor o fatiga en las piernas, especialmente después de estar de pie durante un tiempo prolongado
Hinchazón en la parte inferior de las piernas o los tobillos
Sensación de picazón o ardor a lo largo de la vena.
Decoloración o engrosamiento de la piel alrededor de los tobillos.
Llagas abiertas o úlceras en las piernas que tardan en sanar
Factores de riesgo
Los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer enfermedades venosas incluyen:
Antecedentes familiares de venas varicosas o insuficiencia venosa
Mayor de 50 años
Género femenino (debido a influencias hormonales y embarazos)
Obesidad
Trabajos que requieren largos períodos de estar de pie o sentado
Antecedentes de trombosis venosa profunda (TVP)
Estilo de vida sedentario o falta de ejercicio









